27 de agosto de 2023

¿Alerta climática?

En "Los dueños del planeta" su autora, Cristina Martín, nos dice que desde que el mundo es mundo, unos pocos, muy pocos, han gobernado sobre todos los demás, han decidido cómo se debe vivir y pensar y han actuado en función de sus intereses particulares. Sobra decir que a día de hoy, esto no solo se mantiene, sino que adquiere unas proporciones que asustan y a una velocidad que da vértigo.

Dos ejemplos muy claros que explican esta aseveración y que corresponden con intervenciones en el Foro Económico Mundial. En una de ellas, el Dr Matthew Liao, del equipo de bioética de la universidad de Nueva York, explica que si los humanos no dejamos de comer carne por las buenas, se puede hacer uso de la ingeniería genética para generarnos una intolerancia hacia ciertas proteínas de la carne. Parte ya de un discurso, radicalmente falso, de culpar al ser humano y al consumo que hacemos de carne, de esta supuesta situación de alarma climática, todo dentro de una visión catastrofista y oficial respecto al llamado cambio climático.

La otra intervención es de la conocida etóloga británica Jane Goodall, quien para salvar al planeta, aboga por dejar de usar la tierra para el ganado y el cultivo, proponiendo que la solución se encuentra en una reducción drástica de la población mundial. Aquí es necesario matizar que la fundación de esta auténtica lunática, participa activamente en campañas en colaboración con decenas de colegios de todo el mundo, incluidos aragoneses y del resto de España. También fue nombrada Mensajera de la "Paz" por la ONU.

Ni que decir tiene que si los medios llevan todo el verano entreteniendo al personal a base de tetas y besos inapropiados con tal de sacar del candelero una subida de precios que afectan a productos básicos, este tipo de declaraciones y de resoluciones adoptadas en este tipo de foros no tienen cabida en ningún noticiero internacional, nacional o local. Dicho en otras palabras, que se ocultan de manera deliberada decisiones y declaraciones que nos afectan y de qué manera, a todos.

Así que debemos insistir en que dentro de la lucha cultural en la que estamos inmersos, la denuncia contra el globalismo y la Agenda 2030 debe ser un pilar fundamental, sino el principal. Todo lo demás, incluido el circo parlamentario, es casi anecdótico. Y es que aunque los medios nos lo quieran pintar de otro modo, tanto Sánchez como Feijoo no son más que marionetas dirigidas por las mismas manos, dispuestos a asumir literalmente, todo este tipo de políticas diseñadas por otros.

En consecuencia, a partir del próximo 1 de septiembre retomamos las actividades de nuestra asociación abiertas al público. Tenemos como siempre varios actos culturales y presentaciones de libros preparados, pero es imprescindible un activismo mayor en la calle con el fin de hacer ver al pueblo español lo que nos estamos jugando todos a día de hoy, al margen de las disputas políticas. Para ello, es imprescindible vuestro apoyo y colaboración.

Tenemos que concienciar a cuantas más personas mejor acerca de los peligros que entrañan estas imposiciones globalistas que afectan no solo a nuestra soberanía nacional sino, a raíz de lo escuchado en el Foro Económico Mundial, a nuestra propia libertad, a nuestra vida y a la de nuestros hijos.

Es hora de decir basta a una Agenda 2030 que es una imposición que, salvo unos pocos, nadie ha elegido para imponernos una visión única de como vivir.

Es hora de decir basta porque obedece a unos intereses económicos desmedidos que atentan contra nuestra soberanía y libertad.

Es hora de decir basta porque impone un modelo único de enseñanza en pos de imponer una auténtica ignorancia global, erradicando cualquier atisbo de espíritu crítico.

En definitiva, es hora de salir a la calle y plantarles cara. "Lo que una generación tolera, la siguiente lo toma como un estilo de vida" dijo John Wesley en su momento. Quizá nosotros no lo vivamos, pero evidentemente tenemos la obligación de dejar una España y un mundo mejor a las siguientes generaciones.


José Luis Morales