19 de enero de 2025

Nuestros valores

A raíz de la publicación en redes sociales de un dibujo que representaba a un grupo de grandes personajes españoles de todos los tiempos, se generaba un pequeño debate donde varios coincidíamos en lo nocivo de una leyenda negra que tanto ha calado en amplias capas de nuestra sociedad, aupada y ponderada por una izquierda que odia todo lo relacionado con las raíces de la nación y no valorada por esa parte de la derechilla que aún cree que debe rendir pleitesía a la "progresfera".
Precisamente hoy en día, es cuando es imperativo que quienes defendemos unos determinados valores, debemos sacudirnos cualquier tipo de complejo a todos los niveles, máxime cuando lo que tenemos enfrente, es toda una caterva de mequetrefes que, manejados por los verdaderos hilos del poder real, no saben hacer la o con un canuto pero disponen de todo un maremágnum de medios desde los que atizar al personal y cuyas iniciativas a nivel legal, son más propias de personas que gran favor se harían, a ellas y al resto, si se pusiesen en manos de un buen psiquiatra.
El pasado jueves, el programa "Horizonte" que dirige Iker Jiménez, ponía sobre el tapete el caso Errejón. Como muchos de nuestros lectores sabrán, la actriz Elisa Mouliaa, que es la supuesta víctima que ha desencadenado el caso, se ratificaba ese mismo jueves en sus acusaciones contra Íñigo Errejón. Todos los invitados que había en el programa entendían como absurda y carente de sentido común la denuncia y abogaban por la "presunción de inocencia" de un Errejón, víctima de la famosa Ley conocida como la del "solo si es sí" pero que curiosamente, fue defendida por él con gran vehemencia.
Dicha ley, llamada realmente Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, entró en vigor el 7 de octubre de 2022 con 205 votos a favor, 141 en contra y 3 abstenciones. A favor de dicha ley que hacía trizas la presunción de inocencia para el hombre, votaban PSOE, PNV, Bildu, Esquerra, Más País, Compromis, Unidas Podemos, Junts y los "espabilados" de Ciudadanos. En contra votaron PP y Vox y se abstuvieron los de la CUP, probablemente por desconocimiento de lo que se tramitaba.
La entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, manifestaba que con dicha ley ninguna mujer iba a tener que demostrar que hubiese habido violencia o intimidación en una agresión para ser considerada como agresión. Así que, a partir de la promulgación de semejante bodrio legal, la presunción de inocencia del hombre, insisto, quedaba vapuleada y se pasaba a considerar toda "interacción sexual" no consentida como una agresión castigada con prisión de 1 a 4 años. Lo que pocos se iban a imaginar entonces, Íñigo Errejón el primero, es que el político más mediático que iba a ser víctima de dicha ley no iba a ser ningún dirigente de Vox ni del PP, sino precisamente Errejón, uno de los que más destacaba por querer darnos lecciones morales al resto.

También conviene recordar que la entrada en vigor de dicha ley provocaba una inmediata rebaja e incluso la puesta en libertad de varios condenados por delitos sexuales, ya que al aplicar los tribunales el nuevo régimen jurídico, suponía la imposición de la sentencia más favorable al acusado. Es lo que tiene colocar al frente de determinados ministerios, a personas sin más currículum, capacidad y experiencia que la de saberse "colocar" siendo una ignorante pero tragando con lo que sea. Luego, el gobierno y sus furcias mediáticas aprovecharon el "caso Rubiales" para tapar el desbarajuste ocasionado por la Montero, sacando de nuevo las cosas de quicio y magnificando hasta el paroxismo lo que, en otras circunstancias, no hubiera pasado de una mera anécdota.
Habrá que estar ojo avizor, ya que esta misma Montero ya manifestaba, por aquel entonces, que "todos los niños, las niñas, les niñes de este país, tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren". Todo un vergonzoso posicionamiento en pos de la pederastia.
Así lo recoge Alicia Rubio en su libro "Y os utilizaron por ser niños" donde hace además una descripción exhaustiva de determinados gurús del feminismo y de los derechos LGTB que distan kilómetros de lo que todos entenderíamos como personas cuerdas, sensatas y razonables. Personajes como Simone de Beauvoir, abierta defensora de la pederastia y apartada de la docencia por acostarse con alumnas menores de edad o el austriaco Wilhem Reich, creador del concepto de "patriarcado", condenado por diversos delitos y en cuya cárcel se le terminó diagnosticando una enfermedad psiquiátrica.
Por ello, es tan necesario apartar a puntapiés los complejos y afrontar con voluntad y valentía esta lucha frente al movimiento woke y su único discurso. En un vídeo reciente de Fabián C. Barrio, en el que establecía numerosos paralelismos entre el "mundo feliz" de Aldous Huxley y el actual, manifestaba que vivimos en un mundo donde la alta cultura todavía existe, pero cuya accesibilidad y relevancia han sido eclipsadas por una cultura de masas, marcada por la rapidez, el consumismo y el contenido efímero, algo que ya adivinó Huxley hace muchas décadas.
En consecuencia, entendemos que es tarea primordial de toda asociación cultural vinculada al patriotismo, volver a colocar a la cultura en mayúsculas en el sitio donde le corresponde y promover, sobre todo entre los jóvenes, la defensa de las tradiciones, el conocimiento de nuestra historia, el gusto por la literatura, el arte, la música, el amor por la naturaleza alejado de catastrofismos, tan innecesarios como falsos, la práctica sana del deporte o la cultura del esfuerzo, dando la mejor versión de nosotros en todas y cada una de las cosas que hacemos y contribuyendo con la determinación necesaria al despertar de otros.

 José Luis Morales